Cuando decir NO, no basta

Vivimos en un mundo que te obliga a muchas cosas, y donde decir No, está casi prohibido, debemos siempre acatar esto o aquello. El derecho ha oponerse abiertamente está casi en extinción, y yo me pregunto ¿Por qué? ¿Por que ya no basta la simple oposición, la negación franca ante una situación determinada? Los tiempos nos han llevado a que ahora tengamos que estar explicando, el porque NO, cuando podría ser simplemente porque se me ocurre y quedar ahí. Ahora, los no, deben ir con apellido, debes tener razones de peso para decir que no, los padres se ven obligados a dar explicaciones con los hijos cuando niegan algo, los trabajadores parecen no tener derecho a decir que no ante las exigencias de los empleadores, cada vez más abusivas, las parejas parecieran no tolerar un no, las autoridades no prestan atención cuando el pueblo dice no, en fin son muchos los no, que vagan impotentes, solitarios, incomprendidos, como si sufrieran una peste. Por favor, rescatemos los no que hemos olvidado, si no quieres asistir a una reunión familiar, si no estás de ánimo para salir a ese paseo, si no tienes ganas de hacer el amor, si no tienes ganas de hacer algo, defiende tus NO, alguien en lo más profundo de tu ser, te lo agradecerá. Ese pequeño espacio que está destinado sólo para tí, debes defenderlo a como de lugar, porque son muchos los que quieren invadirlo día a día. Aunque parezca increíble, tenemos derecho, creánme a simplemente decir NO.

¿Milagro?

¡Ahí venían otra vez! ¿Por qué se le aparecían esas figuras? Al principio le pareció una distorsión de su mente, pero el niño, la mujer y el...