El efecto azucarero

Simplemente ocurrió, quizás como una señal, no lo sé…me encontraba dispuesto a tomar mi café matinal, y al abrir el azucarero lo encontré vacío, entonces tomé el frasco donde guardo el azúcar y cuando me disponía a llenarlo pensé “¿y si fuera así de fácil?” ¿si cada vez que necesitásemos algo, actuáramos como azucareros? En otra ocasión lo consideraría simplemente una estupidez, algo totalmente irracional, y de pronto nació en mí las ganas de probar, probar que una parte de mi mente se comporte como azucarero. Te lo explico, no creo que el azucarero se haya desvelado toda la noche pensando en que iba a hacer ahora que se había acabado el azúcar que contenía, de hecho no he visto nunca un azucarero corriendo a un supermercado desesperado por que se está quedando vacío o pidiendo en la calle una moneda para comprar azúcar, te ríes, lo sé, y piensas ¿Qué se fumó éste tío?, pero hace la prueba, si quieres convierte sólo una parte de tu mente, digamos un 10% para empezar y deja que el 90% restante siga siendo racional, que siga las tendencias acostumbradas, es decir, que te angusties, que pienses de donde vas a sacar, o te sientas “seguro” porque tienes el frasco lleno de azúcar. Ve que pasa, si dejas que algunas cosas sucedan bajo el “efecto azucarero” como le he llamado a éste juego. No pienses si tengo razón o no, sólo date un pequeño permiso para probar algo distinto, algo tan igual a respirar, tienes la tranquilidad que el aire siempre va a estar y duermes tranquilo ¿no? ¿No te acuestas con la intranquilidad que el aire te falte y mueras en la noche? te parece natural, porque algo en ti te dice que hay aire para todos y seguirá habiendo por muchos años más y seguirá renovándose día a día, sin faltar jamás. Así también piensa que hay una “azúcar cósmica” dispuesta a llenar tu azucarero personal. Anda, inténtalo, ¿Qué te puede pasar?, ¿Qué no ocurra la magia y te dé la razón en que la azúcar cósmica no existe? Aún si así fuera, por un momento habrás tenido un instante de apertura espiritual, lo cual nunca es malo, es un inicio y eso ya es suficiente.

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