Escribiendo el último escrito, el día de fin de año

31 de diciembre, último día de éste año, un día que comienza con un aire distinto, se puede sentir en el ambiente, en la gente que piensa en celebrar, en reunirse en familia, en un término, en un final, ya sea de trabajo, sueños, o desafíos. Quieras o no éste día te obliga como ningún otro a hacer un balance, éste día te hace recordar los últimos trescientos sesenta y cuatro días vividos, a hacer una revisión respecto de aquello que hiciste, o quizás dejaste de hacer, a promesas no cumplidas, o desafíos concretados,a mirar exactamente un año para atrás y recordar ese momento que deseaste con ahínco que éste año (el que está terminando) iba a ser el año que definitivamente lograrías ese gran cambio que venías postergando, iba a ser el año en que te pondrías a estudiar, ingresarías a ese gimnasio que te invitaron, tomarías esas clases de baile o yoga (que pensaste una tarde de invierno mientras comías sopaipillas) o te pondrías a juntar para ese viaje tan postergado. Seguramente y no me cabe duda, horas más tarde estarás haciendo toda una serie de promesas, crearás un nuevo proyecto de vida, te propondrás que a partir de pasado mañana (recordar que el primero es feriado) buscarás ese trabajo que te abrirá definitivamente el horizonte de tus expectativas, dirás que empezarás la terapia, te propondrás quizás cambiar el auto y mil cosas más y yo mientras escribo, me pregunto ¿Por qué esperamos cada 31 de diciembre para todo esto? ¿Por qué no nos inventamos varios 31 de diciembre en el año? Quizás si nos diéramos cuenta, que cada día que vivimos podría convertirse en un 31 de diciembre, quizás y me atrevo sólo a decir quizás, viviríamos mejor, disfrutaríamos de abrazar a ese ser querido, sólo por el hecho de que es tu hermano, tu padre, tu madre, tu hijo, hija, pareja, vecino, amigo, tal como lo abrazarás minutos más tarde cuando hayan pasado las doce de la noche. Para no romper la tradición, y a sabiendas tú y yo, que según lo refleja el calendario "hoy" es "31 de diciembre", me voy a permitir por éste medio como un ser humano de éste planeta, a enviarte un enorme abrazo virtual y voy a desearte lo mejor para tí y los tuyos para el año venidero y para todos aquellos que no me lean también, porque la idea es desear que por un día al menos, todos los seres humanos deseemos el bien para los demás. Un gran abrazo cósmico para todo el planeta y todos los seres vivos que en el viven, y cuando digo, todos los seres vivos, me refiero a todos, incluso a aquella cucaracha que estás mirando con ganas de aplastarla, hoy al menos hoy déjala vivir, mañana será otro día.

¿Por qué me gustas como amante?

Pues, me gustas como amante, por tu forma de mirarme cuando te hablo, por ese silencio que se siente cuando me encuentro con tu mirada, porque al sentir el perfume de tu cuerpo junto al mío, todo me parece eterno, infinito y no tengo miedo a morir, Porque en tus labios encuentro, la magia, la dicha de sentirme pleno, porque tu presencia hace que lo olvide todo, incluso mi existencia y sólo existas tú, y el momento para contemplarte y sonreír, dejando que la dicha me recorra por entero y me sumerja más allá de tu piel, de tu sonrisa, de tu voz, y que los segundos transiten lentamente por tu piel. Me gustas como amante, quizás porque sé que nunca serás mía, esa dolorosa verdad, hace más dulce los momentos en que estás en mis brazos, sin preguntas, solamente entregándote al momento, a ese instante donde puedo robarte, amor y pasión con locura, para luego perderte en las tinieblas y quedarme soñando que mañana volverás, mientras el perfume de tu piel, aún se cobija entre las sábanas. Por eso, y por muchas cosas más, me gustas como amante.

Una nueva forma de mirar las cosas

¿Qué pasaría si de ahora en adelante, probaras una nueva forma de ver la vida? Me refiero a lo siguiente, cuando estés en un problema, o ante un conflicto, o simplemente quieras verte desde otra perspectiva, cruza literalmente a la vereda del frente, a una distancia tal, que lo único que te es posible hacer es mirar, sí, como lo escribo, simplemente mirar. Te puedo confirmar que las cosas se ven como en el cine, una pantalla grande que te muestra una perspectiva diferente, más correctamente, una panorámica diferente, donde al abrirse el macro puedes verte a ti mismo con mayor claridad. Por lo general, estamos tan encima de las cosas que no logramos vernos, yo tendía muchas veces a elevarme para analizar las cosas, pero no es lo mismo que desde el frente, pues cuando miramos desde arriba, se tiene la sensación de ausencia, en cambio al estar enfrente, eres espectador en primera fila de lo que estás viviendo, puedes darte cuenta del espacio que ocupas y como intervienes en el, ya sea con tu presencia, la energía que proyectas, o la forma en que lo haces, si lo haces de manera invasiva, agresiva, imprudente, o a la defensiva, etc., créeme que simplemente observar en silencio, sin poder actuar, te deja en una posición de alerta máxima, y si guardas la prudencia necesaria y te tomas el tiempo necesario para darte cuenta de las cosas como están ocurriendo y los mensajes intrínsecos que fluyen de la misma acción, podrás aprender muchas cosas nuevas. Cuando te paras en la vereda del testigo ocular, tu entendimiento de las cosas, se limita sólo a lo que ves, no escuchas, ni sabes lo que está pasando, por eso nos acercamos, para poder entender mejor, pero no hacemos lo contrario, cuando estamos insertos en el medio, no buscamos alejarnos para darnos una mejor perspectiva de las cosas, nos limitamos a actuar en la inmediatez y por eso cometemos muchos errores, es mejor darse un tiempo para retirarnos y ver como espectador lo que está ocurriendo en nuestras vidas o con nuestra forma de vivir, o como estamos enfrentando el día a día, con ese ser querido, ese hijo(a), ese familiar, amigo(a), el medio ambiente, la sociedad, etc, etc. Prueba, no perderás nada. Un abrazo cósmico.

¿Cuanto vale un minuto de tu vida?

Sí la pregunta fuera dirigida a un ingeniero comercial, un abogado, un médico, la respuesta brotaría con facilidad de sus labios, pero no dudo que se quedarían mudos si enseguida les dijera que no me refiero al honorarios de sus profesiones sino a uno más importante, al valor que tienen como personas. En éste mundo que se mueve entre valores, metas, ganancias, capitales y demás, yo me pregunto si se puede cuantificar un minuto de nuestras vidas… ¿acaso podemos valorar una hora de siesta, de ocio, de compartir con un amigo, el tiempo de desvelo al estar cuidando a un hijo enfermo, de dejarse llevar por una canción o un sueño, el tiempo que le dedicamos a un buen libro, o a la simple contemplación, a una buena conversación, al deleite de ver una película en el cine, o en el televisor del living en familia, al paseo con tu perro al anochecer, a la dicha de un partido en el estadio viendo a tu equipo favorito, al presenciar el nacimiento de un hijo, acompañar la despedida de un ser querido, o disfrutar hacer el amor?En todos ellos “ponemos tiempo”, pero es un tiempo diferente, uno que nace del corazón, que no conoce de números, de cumplimientos, de normas, de cláusulas, de riesgos de inversión y demás, es un tiempo que estamos dispuestos simplemente a dar porque nos emana de lo más profundo de nuestro ser, es un tiempo que no tiene medida, que se entrega sin pedir nada a cambio, que nunca se “pierde”. Los únicos que pierden son esos seres egoístas que viven tratando siempre de obtener algo en cada minuto que invierten, no sabiendo que mientras más lo hacen, más grande son las pérdidas, porque van perdiendo esa esencia que nos hace mágicos, van malgastando esos minutos que realmente valen la pena y que tienen una valía enorme, pero no en el mercado de valores, sino en la vida plena, porque son minutos que se te devuelven, con un abrazo fraterno, un estoy contigo, un me importas de verdad, un grito de mamá o papá que brota de esa boca diminuta de un hijo (pero que suena como la sinfonía más magnánima nunca antes escrita) un gracias por llamar, por escucharme, por estar ahí, y entonces sólo entonces, sientes que la vida es un enorme regalo. ¿Y tú? puedes contestarme “¿Cuánto vale un minuto de tu vida?” **********

¡Gracias a la adversidad!

No creas que éste sea el título de una alabanza masoquista o algo parecido, todo lo contrario. Cuando todo parece que se te viene encima, cuando las fuerzas no te dan, cuando la presión en el pecho pareciera que te hará estallar, cuando sientes que el fracaso es inminente, y sueles decirte a ti mismo ¡No doy más! sólo entonces debes entender que la lucha a comenzado realmente para ti en ese preciso instante, porque después de eso, sólo tienes dos caminos a seguir, o bajar los brazos y dejar que las cosas sucedan siendo simplemente un testigo de tus circunstancias, o bien seguir dando la pelea, sabiendo que la victoria está a la vuelta de la esquina, sencillamente tienes que levantarte para seguir peleando, porque lo que no te mata, créeme ¡Te hace más fuerte! Si estás pasando por el peor momento de tu vida, sonríe y agradécelo, pues lo que viene siempre va a ser mejor. Si tocaste fondo en tu dignidad o en tu orgullo, estás justo en el punto de partida para rehacerte, para recoger los fragmentos de tu ser necesarios para pararte nuevamente. Aún esa persona que en algún momento te pisoteo, o abusó de ti, o se aprovechó del poder para humillarte como ser humano, como trabajador, o pareja, en fin en la circunstancia que sea, créeme que después de ese segundo en que tomaste conciencia y dijiste ¡No más! empezará a perder su poder, es como si dentro de ti creciera una semilla de criptonita que lo irá debilitando y te hará cada día más poderoso, y nada de lo que diga o haga, o de las circunstancias a que te exponga logrará nunca más doblegarte, porque fuiste lo suficientemente fuerte para soportar, lo suficientemente valiente para no dejarte derrotar aún en esos instantes donde todo tu ser estaba totalmente debilitado y seguiste dando la pelea, revelándote en silencio, esperando ese momento. Por eso cuando sientes que eres lo más miserable de éste mundo, lo más desgraciado, lo más desastroso, es cuando ese momento llega, entonces, sólo entonces debes dejar de escuchar a tu mente (tu eterna traicionera) y comenzar a trabajar con tu mejor aliado, el corazón, sólo él te dará el norte y te iluminará en la oscuridad de tu vida. En los momentos de más angustia refúgiate en tu corazón y deja que él te guíe, nunca se equivoca, es como un padre o madre, sólo quiere tu bien. Y recuerda aún en ese momento de amargura, no te olvides de sonreír, pues lo bueno viene en camino. ***********

Aprendamos de la naturaleza

Cada mañana el milagro de la salida del sol nos saluda y lo tomamos con tanta naturalidad que ni siquiera lo apreciamos, a veces sólo nos detenemos en pensar en las obligaciones o responsabilidades que nos depara el nuevo día, y entonces sólo vemos la salida del sol simplemente como el instante del día que nos indica una hora al amanecer. ¿Cuántas veces te ha pasado de no tener ganas de levantarte? Sin embargo el sol imperturbablemente aparece todos los días, aún aquellos que no lo puedes ver, como sucede un día nublado o cerrado por nubes negras cuando llueve. Del mismo modo, cada noche la luna está allí colgada en la penumbra nocturna, pequeña a veces otras plena, iluminando el paisaje con la fragancia de un beso de una amada entrañable. He podido apreciar como en terrenos baldíos, la naturaleza se manifiesta silente y sale pasto o flores silvestres que tan sólo han sido regadas por las lluvias caídas en el año. Cada invierno contemplo los árboles desnudos, gráciles y plenos por tan sólo ser, árboles desnudos sin más, sin que traten de aparentar nada más. Ojalá nos pudiéramos desnudar con tanta naturalidad y atrevernos a mostrarnos así al mundo vivirnos cada año un otoño sincero, despojarnos de las hojas falsas y que no nos permiten crecer como seres especiales. Si aunque a veces me es difícil de aceptar, sé en el fondo que cada ser humano es un ser especial, pues fue creado por la materia mágica del cosmos que es la misma que nace en cada ser vivo en éste paraíso terrenal. Despertemos de una vez, y amemos con dignidad a la tierra, a las vertientes, a la naturaleza, y todo lo hermoso que nos rodea...cuida una planta en tu casa, sino tienes jardín, adquiere una mascota y desvivete por cuidarla y protegerla, dale todo el amor que puedas, que serán migajas con lo que te será devuelto y sobre todas las cosas, toma la decisión de ser feliz, así de simple, siéntelo en tu corazón como único propósito y déjale al cosmos el resto, te lo digo desde el fondo de mi corazón que está pleno y lleno de amor. Un abrazo cósmico, lleno de esperanza para una vida plena.

Una nueva sensación

Después de un sueño hermoso que tuve hace unos días atrás, mi espíritu se siente luminoso, renovado y vivo como quien dice en otra dimensión. Día a día, me siento acompañado de maestros espirituales que parecieran estar tomándome examen constantemente, es como si quisieran recordarme a cada instante que viva el ahora...en las mañanas cuando voy a mi trabajo cierro los ojos entremedio de la gente y siento el movimiento del bus, la velocidad, el ruido del motor, la música que suena o la conversación entre los pasajeros, y sin cuestionar nada, me veo desde lo alto y entonces me nacen unas ganas enorme de agradecer de estar vivo, y pienso en mi madre, o en mis hijos, o mis hermanos y me lleno de gratitud por todo el amor que recibo y me renuevo cada segundo. Después del sueño, es como si me ser se hubiese hecho trizas en mil pedazos y hubiese quedado una pequeña figura que de las cenizas se está rearmando, con una capacidad enorme de amar, de querer cultivar con ahínco la paciencia, donde la paz espiritual es el oxigeno de mi nuevo corazón y todo mi ser vibra de un modo armónico como nunca lo había hecho antes, y puedo ver y escuchar cosas maravillosas que de pronto no se expresar. La meditación se me hace necesaria de un modo casi imperioso, y tan pronto cierro los ojos puedo dejar mi mente en blanco, sin esfuerzo, del mismo modo que respiro o tomo un vaso de agua. Es por eso que siento las ganas de escribir, y contagiarte con mi paz deseando que nazca en tí una nueva armonía, una vibración distinta que te lleve a disfrutar de la vida en plenitud, con el convencimiento de lo que eres por si mismo, que por todo lo que posees o haz conseguido. Un abrazo cósmico,

El efecto azucarero

Simplemente ocurrió, quizás como una señal, no lo sé…me encontraba dispuesto a tomar mi café matinal, y al abrir el azucarero lo encontré vacío, entonces tomé el frasco donde guardo el azúcar y cuando me disponía a llenarlo pensé “¿y si fuera así de fácil?” ¿si cada vez que necesitásemos algo, actuáramos como azucareros? En otra ocasión lo consideraría simplemente una estupidez, algo totalmente irracional, y de pronto nació en mí las ganas de probar, probar que una parte de mi mente se comporte como azucarero. Te lo explico, no creo que el azucarero se haya desvelado toda la noche pensando en que iba a hacer ahora que se había acabado el azúcar que contenía, de hecho no he visto nunca un azucarero corriendo a un supermercado desesperado por que se está quedando vacío o pidiendo en la calle una moneda para comprar azúcar, te ríes, lo sé, y piensas ¿Qué se fumó éste tío?, pero hace la prueba, si quieres convierte sólo una parte de tu mente, digamos un 10% para empezar y deja que el 90% restante siga siendo racional, que siga las tendencias acostumbradas, es decir, que te angusties, que pienses de donde vas a sacar, o te sientas “seguro” porque tienes el frasco lleno de azúcar. Ve que pasa, si dejas que algunas cosas sucedan bajo el “efecto azucarero” como le he llamado a éste juego. No pienses si tengo razón o no, sólo date un pequeño permiso para probar algo distinto, algo tan igual a respirar, tienes la tranquilidad que el aire siempre va a estar y duermes tranquilo ¿no? ¿No te acuestas con la intranquilidad que el aire te falte y mueras en la noche? te parece natural, porque algo en ti te dice que hay aire para todos y seguirá habiendo por muchos años más y seguirá renovándose día a día, sin faltar jamás. Así también piensa que hay una “azúcar cósmica” dispuesta a llenar tu azucarero personal. Anda, inténtalo, ¿Qué te puede pasar?, ¿Qué no ocurra la magia y te dé la razón en que la azúcar cósmica no existe? Aún si así fuera, por un momento habrás tenido un instante de apertura espiritual, lo cual nunca es malo, es un inicio y eso ya es suficiente.

¿Cuanto tiempo le dedicas a los demás?

Cada día estamos más centrados en nosotros mismos, preocupados en nuestro futuro, nuestras necesidades, nuestras metas, nuestra seguridad, excetera, excetera, excetera, como si eso fuera lo único importante. ¿Y que pasa con los demás? ¿Qué cada uno se preocupe por lo suyo? he ahí, el gran problema, nos acordamos de los demás, generalmente cuando necesitamos de algo, de un favor, un consejo, un préstamo, etc., y eso es a lo que nos está llevando estos tiempos con su extrema velocidad. Pero, "es que no he tenido tiempo" (es la excusa) en cambio vimos las noticias que duran más de una hora y nos enteramos del crimen, del asalto, de la violación de derechos y toda esa carga de cosas negativas que venden los noticiarios. Decimos estar más conectados con facebook, twiter y todos esos medios virtuales que nos permiten comunicarnos, pero en el fondo cada día estamos más islas. He visto como muchos coleccionan amigos virtuales, cuando en la realidad los verdaderos amigos no caben más que en una mano. Por favor, dedica sólo 5 minutos diarios en pensar en los demás, en los amigos que no has llamado o escrito, en las visitas que dejastes de hacer, en los saludos que ya no haces, en simplemente preguntarle de adentro al otro cómo está, un simple saludo al subir a un colectivo o al entrar a un edificio u oficina, puede ser el inicio de un gran día. Te invito a hacer la prueba por una semana, sólo 5 minutos diarios preocúpate de alguien más que no seas tú y ve que pasa, te aseguro que más de una sorpresa te llevarás.

Las cosas que no tienen valor

En éste mundo tremendamente consumista donde todo cuesta y donde el actual presidente de mi país señaló expresamente "nada es gratis en la vida" demostrando su carroña espiritual, puedo decirles a él y a tantos otros lo equivocado que están. Al menos yo vengo de una familia bien constituida, con valores, donde el respeto, la consideración, y el amor nunca dejaron de estar sentados a la mesa. Por eso, me gustaban las reuniones familiares (somos cinco hermanos) donde no importaba lo que había para comer o cenar, o incluso tomar, lo realmente importante era estar juntos,en familia. Para mi viejo no había excusas para los almuerzos del sábado y domingo, fueras donde fueras, hicieras lo que hicieras debías llegar a la una, a la hora que a él, le gustaba almorzar. Con los años, los almuerzos de mamá fueron reemplazados por los almuerzos de los hijos, y siempre era la misma sensación, a pesar de comer de pronto una exquisitez que prepara alguno de mis hermanos, lo que realmente era exquisito, era esa sensación de estar todos juntos, apretujados a veces, cuando ya empezaron a ocupar la mesa nuestros propios hijos. Mi padre, siempre al extremo de la mesa que se fue estirando, se le veía lleno de vida cuando venía a sus retoños grandes con sus propios chiquillos, y el calor de hogar se respiraba una vez más, como una dulce fragancia que nos besaba las mejillas. Esos momentos, sin duda no pueden medirse en plata, simplemente no tienen valor, y a pesar de no ser nunca una familia acomodada, éramos inmensamente ricos, porque teníamos ese calorcito que se sentía, entre cada silla de la casa, en la sopas de mamá, en los tallerines con salsa de papá, en los platos rebuscados de mi hermana, o los postres de la vero, en fin, lo importante era esa alegría de estar juntos, de ser familia, eso que nos parecía tan normal, y que hoy en día es tan difícil de lograr. Gracias a mis padres que tuvieron la paciencia y el cariño para mantenernos juntos, aún en los momentos difíciles, siempre, siempre fuimos una gran familia. Es cierto que hay muchas otras cosas en la vida que no tienen valor, pero la familia es uno de los tesoros que gracias a dios me tocó conocer.

Vivir el día que nunca llegó

No sé si a ti te ha pasado, pero yo debo reconocer que a mi si me ha sucedido que hubieron muchos instantes de mi vida en que me quedé esperando el día que nunca llegó...me refiero a la llegada de esa mujer que cambiaría mi vida, o la oportunidad del trabajo que era para mi, que de pronto alguien descubriera algún talento que yo tenía escondido, lo cierto que pudieron ser muchas otras más, pero lo que quiero detenerme es que mientras pasamos la vida esperando que algo cambie, la vida se nos va entre las manos, es como esperar la película del fin de semana que anhelas ver y pasa algo que te lo impide y te quedas frustrado sabiendo que la transmitieron. Asímismo es la sensación de haber pasado horas, días, meses, años esperando que ocurriera algo en mi vida, cuando lo que debía cambiar era yo. Si tú eres de esas personas que vive esperando que el cambio venga del exterior, te puedo decir con poder de causa, que estás en el camino equivocado, las cosas suceden solamente, eres tú el que debe prepararse para el cambio, debes enfocarte en esa fuerza interior, esa energía, esa luz que te ilumina y que te elevará para llevarte a tu destino. Por que aunque algunos no lo crean, la suerte no existe, lo que pasa es que sólo algunos se preparan para cuando la oportunidad toca tu puerta, si estás en casa, o si estás preparado para recibirla podrás hacerla pasar y los demás dirán "que tuviste suerte", no es así, estando bien contigo mismo, se está en armonía con el mundo y las cosas buenas son atraídas por las buenas vibras. Por eso amigo, (a) no sigas esperando algo que no va a llegar, a menos que en el fondo de ti, se produzca la conexión espiritual que se requiere para sintonizar la sinfonía cósmica. Créeme, nunca es tarde para que los milagros ocurran, sólo depende de ti, para que se manifiesten ante ti, o si lo prefieres de otro modo en ti. Suelta todas las trabas del pasado, que no son más que eso, cosas del pasado (vividas, sufridas, como quieras ponerle, no importa) lo realmente importante es que son eso "Pasado", ya no las puedes cambiar, tampoco debes preocuparte por lo que viene, eso se verá en su momento preocúpate de lo realmente importante, que es conectarte con tu esencia y vivir el instante, el segundo en su máxima expresión, así conocerás la plenitud de la vida y disfrutarás haber nacido. Suerte, un abrazo cósmico para ti.

Dejé olvidado

Dejé olvidado un poco de mi en tu sonrisa, por eso cuando busco tu mirada en la penumbra de mi soledad, viene la mano del pasado para acariciar mi conciencia y susurrarme al oído con ternura, que ya no estás aquí y que algo de mi, se quedó olvidado en el velador de tu morada esa donde sonreías al verme llegar, hace ya tanto tiempo, cuando las golondrinas, me salían a esperar. Dejé olvidado un poco de mi, en alguna caricia furtiva, en tu camisón, en el perfume de tu piel, en tu almohada, que se yo, si todo de pronto se derrumbó, y el pasado se borró, como una huella en la arena, dejada en mi andar lacónico, en busca de ese amor que se tragó el mar de la memoria. Dejé olvidado un poco de mi, en la forma de mirarte en la intimidad, o cuando buscaba refugio en tu calor, vino la brisa del olvido y me alejó como la carta de mi amada, que se llevó el viento, en una tarde otoñal, cuando la gente no transitaba por el parque de mi ciudad, y los perros aullaban en la oscuridad. Dejé olvidado un poco de mi... y ya no tengo fuerzas ir por él...

Vivir el ahora

Sé que suena fácil decir "si yo lo hago, yo vivo el ahora"...la cosa es que mientras más le doy vueltas al asunto, algo que debiera ser tan normal se ve tan difícil de lograr a ratos, pues mi mente viaja hacia el pasado y el futuro en un torbellino endemoniado que me arrastra, ya sea porque pienso en trabajo pendiente, o en la sensación que me causa la canción que escucho en este instante, y que me lleva al recuerdo de un antiguo amor. Lo cierto es que hoy tengo plena conciencia de donde está mi mente, a veces se me descontrola como un cachorro que saco a pasear sin correa y que por más que intento atraparle se me escabulle sin lograr darle alcance. Otras, sin embargo, mantengo el control de la correa del ahora y aunque el cachorro del inconsciente desea llevarme para atrás o delante, lo obligo a caminar a mi lado, recordándole que tengo el control. Sin duda que es muy parecido a cuando uno empieza a meditar y te dicen, deja tu mente en blanco, cerramos los ojos y entonces la mente como un niño desobediente comienza a correr para todas partes, y te acuerdas de las cosas más inverosímiles, la cosa es no hacer caso a dejar la mente en blanco.Pero como todo en la vida, la práctica hace al maestro, y entonces tu respiración es controlada, las pulsaciones de tu corazón y todo tu organismo, logra la relajación y conexión espiritual, entras en armonía con el cosmos. Por eso, te invito a respirar, a que dejes de pensar lo que harás mañana, ese mañana que será supuestamente distinto, ese que va a hacer que "las cosas milagrosamente cambien". Nada cambia así como así, siempre se debe a algo, por eso ese mañana nunca va a llegar (porque no existe más que en tu mente) y las cosas buenas o malas del pasado, son sólo eso, cosas malas o buenas del pasado que deben quedar en esa dimensión y que no debes traerlas contigo. Tú dirás que hay cosas que marcan, es cierto, pero no traigas contigo el eterno suceso, rescata lo que haya que rescatar y del resto desaste.
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La Tigresa y el hombre

  Se internó en la caverna del cerro buscando refugio, sin sospechar lo que le traería el destino. Llevaba dos días sin comer, el agua de la...